El agua de riego tiene como fuentes principales: ríos, lagos o corrientes continuas de aguas naturales, de pozos, etc. El agua utilizada con fines agrícolas tiene efectos importantes sobre la producción de cultivos, así como también sobre el deterioro químico del suelo. Un agua de riego tendrá una buena calidad para nuestros cultivos y plantas cuando garantice un rendimiento óptimo y no produzca efectos perjudiciales al suelo.
¿Cuáles son los principales problemas relacionados con el uso de aguas para riego? Salinización del suelo: Elevadas concentraciones de sales en el agua o en el suelo aumentan la velocidad de infiltración, reducen la disponibilidad de agua para el cultivo generando un estado de marchitamiento que afecta directamente al rendimiento.
Problemas de infiltración del agua en el suelo: un contenido relativamente alto de sodio o relativamente bajo de calcio en el agua reduce la tasa a la cual el agua de riego se infiltra, hasta el extremo de no poder abastecer al cultivo de manera adecuada.
Toxicidad: algunas sales cuando se acumulan en cantidad suficiente resultan tóxicas para los cultivos, u ocasionan desequilibrios en la absorción de los nutrientes.
Otros problemas: podrían ser obstrucciones en los emisores de riego, corrosión en los ductos, depósito de sales en frutas u hojas que afectan al valor comercial, además del exceso de nutrientes que reduce el rendimiento o la calidad del cultivo.
¿Cómo saber si el agua de riego que utilizará es de buena calidad para sus cultivos? Lo recomendable es realizar un análisis del agua de riego antes de seleccionar el sitio y los cultivos a producir para saber si el agua es apta para agricultura. El análisis de agua de riego tiene como objetivo conocer las características químicas, los nutrientes que el agua puede aportar y el posible carácter salino de la misma.
¿Qué parámetros se deben analizar para determinar la calidad del agua de riego? Se deben analizar el pH, la conductividad y aquellos parámetros incluidos en los tres principales criterios para definir la calidad del agua de riego: salinidad, sodicidad, toxicidad.
pH: Este parámetro permite saber si el aporte de agua mejorará la disponibilidad de nutrientes en el suelo.
Conductividad eléctrica: La conductividad es una medida indirecta de la concentración de sales disueltas en el agua. La CE y el Na+ son parámetros fundamentales que definen la aptitud del agua para riego.
Salinidad: La salinidad es una medida de la cantidad de sales disueltas en agua y básicamente se determina por la presencia de calcio, magnesio, sodio, potasio, sulfatos, cloruros, carbonatos, bicarbonatos, así como también el nivel de pH y conductividad eléctrica.
Sodicidad: Para determinar este factor se mide la presencia de sodio respecto a calcio y magnesio, siendo estos últimos elementos, los que contrarrestan el efecto negativo de un alto valor del primero. Este parámetro se expresa mediante el RAS (relación de absorción de sodio), que indica la capacidad que tiene esa agua para sodificar el suelo e incluso afectar a su estructura.
Toxicidad: Se genera normalmente cuando ciertos iones son absorbidos por la planta junto con el agua del suelo, mediante procesos de transpiración y se acumulan en las hojas en concentraciones que causan los daños en las plantas. El sodio, el boro y el cloruro son los que generalmente, ocasionan más problemas para los cultivos, aunque no todos los cultivos son sensibles a estos iones.
Entender cada uno de los parámetros y cuantificarlo, permite identificar las técnicas apropiadas para el manejo del agua o bien restringir su uso.
¿Con que frecuencia se debe analizar el agua de riego? Se recomienda realizar los análisis antes de comenzar la temporada de riego o fertiirrigación y a partir de la misma de forma periódica, considerando que las características químicas del agua pueden cambiar a lo largo del periodo que abarca el riego, según las estaciones del año y los eventos suscitados, sobre todo los parámetros de carácter salino.
¿Dónde puedo realizar el análisis de aguas para riego? Spectrolab realiza el análisis de aguas para riego basado en parámetros de control establecidos por la USDA (Departamento de agricultura de los estados unidos); y por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). En Spectrolab le ofrecemos realizar la toma de la muestra de agua de riego y analizar los parámetros necesarios que determinan la calidad del agua para riego, cumpliendo criterios de calidad y protocolos de muestreo basados en normas estándar de carácter nacional e internacional. Asimismo, contamos con el equipamiento necesario, personal calificado con amplia experiencia y toda la predisposición al servicio del cliente para efectuar los análisis de manera rápida, precisa, con alta confiabilidad.
Las muestras recolectadas por nuestros clientes, también pueden ser enviadas de forma directa a nuestro laboratorio para el correspondiente análisis.
No dude en contactarnos, le ofrecemos asesoramiento personalizado con profesionales calificados para absolver sus dudas. Puede escribirnos a clientes@spectrolab.com.bo o también dejar su consulta en el formulario de contacto de esta página, un asesor lo contactará.
Referencias:
1. Sobre la utilización de la clasificación de las aguas de riego del U.S. Laboratory Salinity (USLS). (2005). M. Olías, J.C. Cerón y I. Fernández. Recuperado de: https://www.tecnoriegovalley.com.ar/uploads/utilizacion-de-la-clasificacion-de-riverside-3218.pdf
2. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego (2007). Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA)-FAO.Recuperado de: https://www.fao.org/3/at787s/at787s.pdf
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